domingo, 10 de febrero de 2013

¿Se puede medir el aprendizaje?


Todos estaremos de acuerdo en que, en ocasiones, nos enseñan cosas que no aprendemos y aprendemos cosas por nosotros mismos, por nuestra experiencia. Pero si reflexionamos un poco sobre este tema nos daremos cuenta que existen aprendizajes que olvidamos y otros que, por muchos años que pasen nunca olvidaremos, ya sea porque lo utilicemos en nuestra vida diaria o porque en su momento nos dejaron huella.

Estos son los aprendizajes que sí se pueden medir. Los aprendizajes relevantes. Estos aprendizajes son los que cambian nuestra forma de ver las cosas, nuestra manera de pensar y nuestro modo de actuar.

Ahora bien, a mi me preocupa más la forma en la que se mida este aprendizaje.

Yo pienso que algunas de las cosas que se tiene que tener en cuenta para medir el aprendizaje son, sobre todo, las circunstancias, la situación y el estado del alumno, no solo si está enfermo o sus padres están separados, abarca mucho más que eso, me refiero a su relación con los compañeros, a su verdadera situación en casa, a tener en cuenta sus verdaderas dificultades y a no abarrotarle con contenidos a los que todavía no está preparado para adquirir. Es mejor que aprenda un solo contenido y que se quede fijado en su mente a que aprenda veinte y que lo olvide en una semana.

Otra de las cosas más importantes a tener en cuenta es su interés. Actualmente a los docentes les da igual si te esfuerzas o no. Yo he tenido gran cantidad de profesores que me han suspendido y me han dicho que sabía que me había esforzado, pero que el examen lo había suspendido y ellos no podían hacer nada. Yo creo que si pones interés en algo es porque te importa y la verdad es que con eso debería bastar.

Finalmente sería ver como llevan a cabo esos contenidos aprendidos, si le dan utilidad, si han hecho que se asienten las bases para aprender cosas nuevas, si se ha mejorado su forma de aprender las cosas y si les ha dado una nueva perspectiva.

Para mí, los aprendizajes no se pueden evaluar por una prueba objetiva o un tipo test. Los niños pasan la mitad del día en las aulas y, a veces, el resto de la otra mitad en actividades escolares en la misma escuela. En este sentido hay demasiadas cosas que evaluar como para que el niño las escriba en una hora en un papel. La evaluación debería ser constante y no solo teniendo en cuenta los contenidos escolares, sino, también, teniendo en cuenta su evolución como persona, es decir, sus valores, su compromiso, sus habilidades, sus dificultades, para reconocerle el mérito de haberlas traspasado, sus emociones, sus sentimientos… Todo lo que un niño es capaz de decir, pensar y hacer

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